El duelo compartido en un tuit. A falta del abrazo de la despedida, la fotógrafa vasca Victoria Iglesias homenajeó en Twitter @viglesiasphoto a su padre, fallecido por Covid 19. Un ritual público contenido en 171 caracteres y un collage fotográfico de recuerdos imborrables: el amor de los seres más queridos con una foto de familia en el centro; el respeto al trabajo, con dos fotos de los Altos Hornos donde dedicó sus horas profesionales; y el sigiloso paso del tiempo custodiado en dos hojas del Taco del Corazón de Jesús. Dos fechas al azar, el 11 de septiembre de 1969 y el 7 de octubre de 1974, muestran el mimo y el cariño con el que Julián Iglesias surtió de su ser y de su memoria ese libro que su hija sí pudo abrazar. Toda una vida contenida en tres imágenes.
La autora expresó su dolor el 26 de marzo: Papá ha muerto esta madrugada. Se llama Julián Iglesias, 89 años. Como él no era famoso no saldrá en las noticias, ni será TT. Sólo un número más entre las muertes provocadas por el coronavirus. En nombre de todos los ancianos que han muerto y morirán estos días #juliániglesias Y más allá de este tuit, cientos de miles de ‘me gustas’ abrazaron en su tristeza a la fotoperiodista Victoria Iglesias. Un mensaje poderoso destacado en plena pandemia. Cuando la soledad dejaba desnudos los números de fallecidos y todos vivían en la distancia las últimas horas de la vida, este mensaje unió en las redes a quienes, como ella, sintieron el desgarro de vivir la muerte en la distancia.
Así ante semejante respuesta, Victoria vivió con gratitud su tristeza. Nada podría devolver ese tiempo de ausencia y el collage se convirtió en ese abrazo al padre en forma de tuit desde sus recuerdos más bonitos: Adoro la foto pequeñita dentro de la foto. Los cuatro, en un momento fuimos cinco; pero yo apenas lo recuerdo, era muy pequeña. Perdón por la nostalgia y la tristeza. Y muchas gracias por todo vuestro apoyo. Pocas palabras que dicen mucho porque también mucho revela el collage: la memoria de un hermano que a los meses murió súbitamente, y que ausente en la fotografía se encuentra presente en el relato de una larga vida. Hoy los dos gozan del Amor eterno.