Que la boca hable de aquello de lo que está lleno el corazón. Mateos 12,34
Una invitación universal expresada por el papa Francisco en su carta apostólica Patris Corde -Con corazón de padre-. Su dedicación este 2021 a san José ha propiciado que muchas voces y muchas miradas conduzcan hasta él. Hasta su silencio y hasta su corazón. Para Francisco, el deseo de iluminar la vida del padre de Jesús, protagonista silencioso en solo dos evangelios – Mateo y Lucas- es fruto de un tiempo duro como el de la pandemia. La experiencia universal en medio de la crisis ha revelado que «nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. […]
Reconocía con sus palabras la valiosa labor de muchas personas que cada día demuestran paciencia e infunden esperanza. Cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración» Como san José, «el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta». Y sin embargo, el suyo es «un protagonismo sin igual en la historia de la salvación».
Primera mirada ofrecida por el Grupo de Comunicación Loyola y que ha presentado a San José trabajador, esposo, padre y educador…Leonardo Boff en su libro San José, padre de Jesús en una sociedad sin padre ilumina las cuestiones actuales de la familia y de la figura del padre. El prólogo, de Paulo Coelho, expresa con estas bonitas palabras cómo el autor habla del padre de Jesús: «Me complazco en la idea de que la mesa en la que Jesús consagró el pan y el vino habría sido hecha por José, porque allí habría quedado impresa la huella de la mano de un carpintero anónimo que se ganaba la vida con el sudor de su rostro y, precisamente por ello, permitía que los milagros se manifestaran».
La siguiente voz es de mujer, Margarita Saldaña, y su mirada femenina conduce a lo más profundo de san José. Los ojos de las entrañas, subtitula. Desde las entrañas porque su silencio evoca el misterio sobre el que se alza su hijo, Jesús. Un relato que acerca la figura desde todo su ser. Desde su silencio profundo.
El silencio es el padre de la Palabra. En Nazaret hay solamente tres personas muy pobres que sencillamente se aman. Son aquellos que van a cambiar el rostro de la Tierra. Paul Claudel.