De los primeros colegios, Gandía 1546 y Sicilia 1547, a un presente de 4.000 instituciones educativas con 2,5 millones de alumnos y alumnas de diversos grados y edades. La Compañía de Jesús forjó su apostolado de la educación desde la motivación originaria de los Ejercicios Espirituales: ‘Mayor servicio divino y ayuda de las ánimas’. Los colegios se concibieron como una plataforma para las obras de misericordia, especialmente la de enseñar al que no sabe. La caridad inspiró esta labor para la que Ignacio describió su utilidad: para la ‘mesma Compañía y para los oyentes de fuera, y para el pueblo o provincia donde está el collegio’. La revista Manresa recupera en el número de octubre-diciembre el largo recorrido de la vocación educativa de la orden, desde sus orígenes a un presente rico y diverso. Esa vocación que no nació en su fundación sino como respuesta a una realidad concreta de su tiempo. De ahí que dos de sus artículos aterricen en dos centros educativos concretos para dibujar ese compromiso hoy. Este monográfico desea rendir un sincero homenaje y su apoyo agradecido a los muchos jesuitas, religiosas, laicos y laicas de espiritualidad ignaciana dedicados actualmente a la misión educativa por todo el mundo.
El primer artículo de Wencesllao Soto sj, director de los archivos de la Compañía de Jesús en España, ahonda en ese origen en que Ignacio de Loyola reconoció en este apostolado una obra de gran utilidad para todos: para los propios jesuitas porque aprenden enseñando a otros; para los estudiantes porque progresan en conocimientos, se benefician de las ayudas espirituales y porque obtienen un provecho de los estudios orientándolo al servicio divino y de todos; para la ciudad porque se beneficia de los ministerios de los jesuitas, los padres reciben buenas influencias a través de sus hijos y los jesuitas ayudan a la creación de instituciones benéficas.
Y de ese nacer al más actual del paradigma pedagógico ignaciano. Los dos artículos siguientes describen la visión completa a día de hoy de los colegios jesuitas. Mª Luz Hormaza, miembro del consejo de Redacción de la revista y directora general de los colegios de las Esclavas del Sagrado Corazón en España, se detiene en el sentido y la razón de un centro educativo como centro evangelizador y de formación de hombres y mujeres para los demás. Un educar acompañando y un acompañar educando como máximo compromiso ignaciano. Y Juan José Rueda, director del área educativa de la Fundación Loyola en Andalucía y Canarias, parte del documento A dónde vamos y a qué. Innovación y renovación de Educsi para profundizar en cómo el paradigma pedagógico ignaciano se enraíza en la espiritualidad y es válida hoy.
Cierran el monográfico dos artículos que ponen su foco en proyectos educativos concretos. El de César García Rincón da a conocer el proyecto de apostolado social en un colegio concreto, Nuestra Señora del Recuerdo, en Madrid. Y el de Juan Carlos Torre analiza el concepto de educación integral en los colegios ignacianos y sus variantes teniendo como trasfondo los Ejercicios Espirituales.