¿Por qué Dios? ¿Y por qué no?

¿Qué es la religión? ¿Para qué existe? ¿Por qué nos atrae tanto?

Si estas tres preguntas te inquietan -aunque sea un poco-, te animamos a conocer este libro del prestigioso sociólogo, Rodney Stark. En ¿Por qué Dios? este grandísimo investigador de talla internacional quiere ofrecer una teoría mucho más amplia y actualizada sobre el fenómeno religioso. Y lo hace desde un planteamiento muy rupturista con los modelos y teorías que han dominado durante décadas el estudio de la fenomenología de las religiones.

La columna vertebral del libro es una contundente refutación a muchos sociólogos y teólogos, que han visto en la religión un sistema de pensamiento exclusivamente relativo al sentido de la vida. En esa línea, el dios o los dioses, sobrarían en la ecuación. Su existencia y sentido en las religiones sería más bien figurado. Como una máscara que tapa otros comportamientos no religiosos. Religiones ateas. Sin Dios. Stark se revela contra esa visión que entiende que ha fracasado. No solo por el injusto trato al fenómeno ancestral de las divinidades, sino también por el planteamiento irracional que se hace de todo el comportamiento religioso, que por ejemplo, presupone que los creyentes ofrecen sus oraciones a un cielo vacío. A lo que se une la confusión generada por no poder distinguir las religiones propiamente dichas, de los fenómenos no religiosos o incluso de las teorías antirreligiosas. Todo sería equivocadamente religioso.

Para Stark, las religiones son más bien sistemas de pensamiento basados fundamentalmente en la creencia en seres sobrenaturales conscientes. Un fenómeno que se rastrea desde las religiones primitivas hasta las creencias de hoy en día. Y en ellas hay un acceso a la experiencia de lo sobrenatural o trascendente en forma de lo que él llama «recompensas»: vida eterna, milagros, auténtica relación con Dios, salvación, perdón de los pecados… A partir de ahí, el autor se implica en debates muy interesantes y alguna vez polémicos sobre la profundidad del fenómeno religioso: el origen del ateísmo, los elementos de la fe, el desarrollo del monoteísmo, el descubrimiento del pecado, las causas de la hostilidad y del conflicto religioso o el papel de las revelaciones. Todo ello, ofreciendo una estructura muy científica y didáctica con proposiciones y definiciones claras y sencillas y explicaciones y refutaciones a otros planteamientos muy bien documentados.

La verdad es que el propio autor reconoce que no tiene la explicación última de los fenómenos religiosos. Se trata de una teoría, o mejor, de su última mejor teoría para explicar las religiones. De hecho, Stark lanza un reto a pensar y a refutar sus planteamientos con la misma meticulosidad, perspectiva y apertura de pensamiento que él ha utilizado, enfrentándose incluso a sus propios vacíos, errores y cambios de opinión.

Los esfuerzos de Rodney Stark han dado su fruto en una guía estupenda para entender la profundidad de la religión y de la relación humana que se establece con ella. Pero más aún, este libro actúa como un telescopio que apunta a un universo interior infinito donde la mente y el corazón juegan a encajar palabras, ideas y sentimientos, tratando de encontrar respuesta a la pregunta de… ¿por qué Dios?