Asombrarte es encontrar a Dios en todas las cosas
El arte de asombrarse es muy sencillo y,
sin embargo, enriquece nuestra vida.
De nosotros depende cómo realicemos lo que hacemos en nuestro día a día: leer un libro o desayunar, dar un paseo, planchar, comenzar un trabajo o terminarlo…
En medio de lo cotidiano, puede manifestarse lo maravilloso. Así que solo tenemos que aprender a ver la vida de forma nueva.
Partiendo de esta convicción: «Para mí, espiritualidad significa hoy, sobre todo, crear un espacio de libertad en el que cada cual pueda respirar libremente», Anselm Grün nos invita a enfocar mejor lo esencial. Para dar valor a lo ordinario. Para transformar nuestra vida diaria. En este libro, Grün profundiza en la mística de la porosidad espiritual de todo lo que sucede en el mundo. Y es que en todo lo que hacemos y contemplamos, podemos percibir algo más que ese caparazón o cáscara exterior. Toda la naturaleza -y por tanto el propio ser humano- transparentan al mismo ser. La fuerza, espíritu y amor que todo lo dinamiza. La presencia de Dios en todas las cosas, como diría san Ignacio de Loyola. De esta forma, las cosas ordinarias pueden llegar a cargarse de significado.
Y a Grün se le da de maravilla contemplar las acciones cotidianas y cargarlas de valor espiritual: vestirse, conducir, empezar un día de trabajo, cocinar… ¡hasta planchar la ropa! También los elementos más sencillos tienen dedicados capítulos de contemplación: una mesa, un pan, un reloj, un vaso de agua o de vino, un árbol, una flor… Todo ello puede abrir su sentido para nosotros. Puede convertirse de repente en un símbolo e irradiar un resplandor nuevo.
El asombro es ese buscar y hallar espiritual en la vida. Una capacidad necesaria para descubrir el misterio oculto en todo. ¡Qué hermoso sería ver el mundo como un milagro! Con este libro, Anselm Grün nos abre una puerta a la trascendencia más cercana. Y llevado a un terreno más práctico, a entender a Dios en nuestra vida. Para discernir qué espera de nosotros en cada instante es Padre que nos llama a la acción. Como dice el propio autor: «Quien es capaz de asombrarse, se hace también presente de una manera enteramente nueva».
Y en El asombro, Grün nos ofrece una escuela del asombro y, con ello, un camino hacia el sentido y la belleza en medio de la vida diaria. Un libro para mirar la vida y la naturaleza que la rodea con ojos despiertos… ¿Quizá con los ojos de Dios?