El legado espiritual y humano de Etty Hillesum resurge como una joya para la espiritualidad de nuestros días. Su Diario y sus cartas ponen ante nuestros ojos el proceso espiritual desarrollado en un breve espacio de tiempo (1941-1943). Se trata de un crecimiento humano y de fe desplegado en el corazón del Holocausto.
Desenterrar a Dios es un libro en el que Ana Martín Echagüe bucea en las profundidades de la mente y el corazón de una mujer que descubrió la presencia de Dios en las atroces experiencias del campo de concentración de Auschwitz. Etty, desentierra a Dios en su interior y en cada una de las personas a las que acompañó como asistente y enfermera voluntaria en el campo de concentración de Westbork . Y sus diarios reflejan con absoluta sinceridad su impresionante transformación interior. Son palabras que dejan una imborrable huella para la posteridad y un legado espiritual de incuestionable valor para cualquier creyente.
«Dentro de mí hay un pozo profundo. Y ahí dentro está Dios. A veces me es accesible. Pero a menudo hay piedras y escombros taponando ese pozo y entonces Dios está enterrado. Hay que desenterrarlo de nuevo».
Joven, vital, transparente y sin tabúes, Etty describe cómo ha podido descubrir a Dios en el fondo de su caos interior, entre heridas y deseos. Esta experiencia le permitirá vivir conectada a la Fuente de la vida bella y con sentido en medio de la persecución. Se enfrenta al momento histórico con la lucidez de no dejarse arrastrar por el odio, sino apostando en todo momento por la indestructible fuerza del amor. Con el Dios que ha «desenterrado» en sí misma vivirá un diálogo ininterrumpido que le permitirá percibirlo en los demás y en los acontecimientos históricos. Todo su deseo será «ayudar a Dios», para impedir que sea arrancado del corazón de las personas.
Acercarse a Etty es sentirse leído en las propias búsquedas y experimentar ser llevado de su mano a descubrir a Dios en todo. Incluso en medio de las mayores tinieblas, ella nos enseñará la posibilidad de confesar irremediablemente la belleza de la vida. Esta nueva aproximación al ser y sentir de Etty consigue descender no solo a los pensamientos de la pensadora, sino a la propia lógica de su transformación espiritual, para explicar su contexto, su evolución y el sentido «precioso» que atesora. Y Ana Martín Echagüe transita por el alma de Etty como una experta exploradora naturalista de toda la biosfera espiritual inhóspita, escribiendo con sencillez, profundidad y un inmenso cariño hacia la experiencia trascendente de Etty, grabada en el tiempo para siempre.
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