El Grupo de Comunicación Loyola se anticipa a la Congregación General 36 (CG36) que la Compañía de Jesús celebrará a partir del próximo 2 de octubre. Lo hace a través de dos publicaciones que contribuyen a entender y explorar su sentido desde diversas perspectivas. La primera, desde las declaraciones del propio general, Adolfo Nicolas, quien presentó su renuncia en 2014 y convocó la CG36 para presentársela. Y en segundo lugar, reavivando la esencia de la constitución de la Compañía de Jesús. Como centro de ambas, el servicio a la Iglesia que en las dos se formula desde las palabras del papa Francisco: «Jesús es el centro y la única referencia. Cada jesuita y el cuerpo de la Compañía deben estar siempre «descentrados», nunca convertirnos en «autorreferenciales».
La revista Razón y Fe publica en el número de septiembre la entrevista a Adolfo Nicolás, escrita por Antonio Spadaro SJ, director de La Civitta Cattolica (Roma), donde pensamiento y sentimiento sostienen las palabras del general que será sucedido. A sus 80 años de edad y tras ocho como máximo responsable de la orden, habla desde dentro y con profundidad de diversos temas: de su estado de ánimo, de su paso por el generalato, de las periferias y fronteras a las que están llamados a acudir los jesuitas, de su experiencia tras la elección del primer papa jesuita, del Sínodo de la Familia, de la encíclica Laudato Si´y de las esperanzas personales y para la Compañía suscitadas por la CG36. Necesitamos audacia, fantasía y valentía, para afrontar nuestra misión como parte de las más amplia misión de Dios en nuestro mundo.
Adolfo Nicolás Pachón Villamuriel de Cerrato, Palencia, 1936- fue elegido general el 19 de enero de 2008, como sucesor de Peter Hans Kolvenbanc. Celebró su ordenación en 1967 en Tokio, el lugar del mundo donde comenzó a estrechar sus vínculos con Asia, continente al que tiene previsto regresar cuando sea nombrado su sucesor en octubre, según anticipa Spadaro. He dejado de ser útil y con toda paz, puedo comenzar a pensar qué otra cosa puedo hacer, confiesa.
A través de la entrevista marca los hitos que considera más significativos para la Compañía de su tiempo en el generalato: Los sínodos, la abdicación de Benedicto XVI, la elección del papa Francisco. Como siempre, no existen momentos nuestros; son importantes los momentos de la Iglesia, contesta.
Analiza la situación de la iglesia en Europa y destaca los peligros en los que está inmersa: Los que más conocen de sus peligros hablan de secularización, de crisis de sentido y de esperanza, de falta de alegría; a lo que añaden los mismos problemas que lamentablemente afectan también a otros lugares como la pobreza, la desocupación o la violencia, entre otros aspectos. Ante esta realidad, Adolfo Nicolás habla de que los problemas de Compañía de Jesús son los problemas de la humanidad y trata de explicar cómo afrontarlos: Aquí entra el factor total, el factor religioso, que lleva consigo poner al otro en primer lugar, con este tipo de desasimiento que permite ir más allá donde perdemos nuestra habitual seguridad.
Servicio a la Iglesia
Por su parte, la revista Manresa se vuelca en la CG36 preparándose a los estudios y decretos que afloren esos días de trabajo. «Conscientes de cuánto recibe toda espiritualidad ignaciana de la vida y la historia particular de la Compañía, la CG36 afectará de algún modo real a la comprensión de la espiritualidad ignaciana en su conjunto», apuntan en la presentación. Desde esta perspectiva, invita a una preparación y al recuerdo interior de su fundamento: Al servicio de Dios y de la Sede Apostólica, como así la presentó de manera oficial Ignacio de Loyola al Papa, y que Julio III recoge en la Fórmula de aprobación de la misma, en 1550.
Por ello, el número Al servicio de Dios y de la Sede Apostólica, quiere ser una presentación de la razón de ser y misiones actuales de la Compañía de Jesús, como anuncia el director Antonio Guillén sj. El monográfico comienza con un estudio completo de Diego Molina sobre el sentido del cuarto voto de obediencia al Papa respecto a las misiones que encarga, nuestro principio y principal fundamento en palabras de Ignacio. No siempre en la historia ha sido bien interpretado este voto por lo que profundiza en él. Primero analiza la razón y el sentido del ofrecimiento de la Compañía al papado y a partir de ahí apunta caminos actuales en los que dicho ofrecimiento actúa. El siguiente artículo, firmado por Elías Royón, recoge las palabras que el papa Francisco ha dirigido a los jesuitas desde el inicio de su pontificado. Por primera vez en la historia, un Papa mira desde su propia configuración como jesuita, y sus palabras resultan doblemente esclarecedoras para los miembros de la Compañía.
Los dos estudios siguientes analizan dos aspectos muy determinantes en este momento para la vida apostólica del jesuita. Manuel Morujâo, que aúna una buena experiencia de gobierno dentro de la Compañía con una colaboración también significativa dentro de la Conferencia Episcopal Portuguesa, analiza las implicaciones del cuarto voto con las Iglesias locales: «Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia; iglesias particulares, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia católica una y única». Nicholas Austin desgrana y justifica las seis cualidades que según Ignacio debe cumplir el Padre General, y que encajan con estos seis grupos de cualidades: Espíritu, Corazón (afecciones o afectos), Cabeza (entendimiento), Manos (poder ejecutivo), Cuerpo y Aspectos externos.
Por último, el monográfico lo completan Benjamín González Buelta y Rossano Zas Friz De Col. Con enfoques y en situaciones muy distintas (tan distintas como Cuba y Europa) abordan la tarea apostólica que la Compañía tiene en estos tiempos. Los dos insisten, aunque de modos diversos, en el papel capital de los Ejercicios Espirituales en nuestra aportación a la Iglesia y al mundo.