Lamet: Hay que devolverle carta de ciudadanía en la Iglesia a la mujer

Un libro bello, una declaración de amor a las mujeres». Un libro deslumbrante, que presenta una mujer verdadera». Una recreación legítima del personaje en la que el autor sabe entrar en la figura de la protagonista y su evolución deno s asi sé» cómo amarte, con un gran bagaje bíblico». Con estas palabras Mª Ángeles López, escritora y redactora jefe de Revista 2, Carmen Guaita, pedagoga y novelista y Mª José Arana, teóloga y profesora emérita de la Facultad de Teología del Norte de España, respectivamente, se refieren a la nueva novela de Pedro Miguel Lamet, No sé cómo amarte. Una recreación literaria que aborda las relaciones entre Jesús de Nazaret y María Magdalena publicada por la editorial Mensajero y presentada ayer en la Universidad Pontificia Comillas con el respaldo de entre Paréntesis. Después de la crucifixión y muerte de Jesús, su discípula envía a María, la madre del Maestro, 23 cartas que nunca se atrevió a entregarle en vida. Contienen, en tono intimista y apasionado, el relato biográfico de su vida y su mirada femenina sobre los hechos evangélicos.
María Magdalena se ha convertido en los últimos años en una especie de arrojadizo entre unos y otros. De la pecadora a la impecable. De la prostituta a poco menos que la destinada a ser jefa de la Iglesia. De la ínfima calidad del Código da Vinci a ser objeto de mil estudios teológicos pasando por una revisión de los evangelios apócrifos», reconocía el autor jesuita. Y apostó por acabar con la identificación de mujer y pecado y devolverle carta de ciudadanía y responsabilidades en la Iglesia. Yo solo he intentado hacerla viva añadió el autor-, prestarle un latido de mujer, hacerle escribir unas cartas a Jesús para que se desahogara y relatar la difícil vivencia de su amor. Porque yo no dudo de que María Magdalena estaba enamorada de Jesús».
Con este libro el escritor jesuita, presenta a María Magdalena más que como pecadora, como una víctima de la sociedad de su tiempo que marginaba a las mujeres». En su obra además defiende que no hay dos amores, divino y humanos, hay solo un amor con diversas expresiones.
Mª Ángeles López definió la obra como declaración de amor a las mujeres, y a la vez un libro duro por las situaciones denigrantes a las que se ve sometida María Magdalena y que siguen afectando a la mujer hoy día».
Por su parte, Carmen Guaita alabó su intimista lenguaje epistolar y la estructura de la novela, se trata de un libro deslumbrante, que presenta a una mujer verdadera, lejos de estereotipos. Es un relato de María Magdalena con un cuidado encuadre histórico y una gran capacidad sensorial». Para Guaita, «María Magdalena fue un apóstol, una mujer muy inteligente y con un corazón muy bueno. Profunda, reflexiva y carnal, una mujer que utiliza los cinco sentidos». Una mujer retratada «de un modo prácticamente perfecto» por Lamet.
Por su parte para la teóloga Mª José Arana habló de una obra preciosa, una recreación legítima del personaje en la que el autor sabe entrar en la figura de la protagonista y su evolución deno s asi sé» como amarte, con un gran bagaje bíblico». Arana subrayó cómo Lamet aúna «fidelidad al Evangelio con fuerza y dulzura literaria». «Sacas chispas al Evangelio, le dijo, y con la mirada fija en el mensaje. María Magdalena es la apóstol de los apóstoles».