El mayor fracaso de la historia: la muerte del Mesías, el Hijo de Dios, con el escándalo de la cruz. Una muerte que acabó con el sueño mesiánico que Jesús había alentado. En cambio, esta dura etapa era necesaria para cumplir con la férrea determinación del Hijo por hacerse hombre. Por verterse o derramar su divinidad en el ser humano. Él asumía su existencia pobre y esclava, aceptando la muerte en su fracaso social, político, afectivo, religioso para ser a continuación exaltado y reconocido como Señor. La cruz se convierte así para el cristiano en paradigma del camino por el que el creyente encuentra la gloria. El gran fracaso de Jesús en la cruz es el camino para la superación de todos los fracasos de la humanidad en la resurrección.
Todo ser humano terminará por tener que enfrentarse a la temida experiencia del fracaso. Al sentimiento de haber perdido gran parte de la vida o a la sensación de que lo logrado no alcanza el sueño. El fracaso por necedad, por ignorancia, por soberbia, por resistencia al cambio. La derrota es parte de la vida misma. Entonces ¿cómo obtener de los fracasos sabiduría y nuevos impulsos para la vida? La revista Sal Terrae bucea en las respuestas para iluminar ante esta experiencia, tan real como oculta en esta sociedad actual, que exalta el triunfo y desprecia los fracasos.
Sal Terrae toca las heridas del fracaso y el rechazo desde ejemplos sanadores tomados de la Biblia, como describe Francisco Ramírez Fueyo SJ y casos concretos de la vida como los que narra José María Fernández Martos SJ. Vidas truncadas por el desamor de una madre, por una educación en libertad desde la ‘real gana sin fronteras’, por el alcohol, por una mina antipersona que le mutila las piernas, por la violencia familiar «Toca prepararse con el corazón valiente pegándose a Él».
El fracaso es una experiencia de múltiples vivencias: la mirada de otros, la manera de ser de cada uno y la capacidad para afrontar tanto las propias impotencias como las dificultades de la vida. Una realidad a la que se asoma Rufino J. Meana, psicólogo Clínico y profesor de la Universidad Pontificia Comillas, analizando la experiencia subjetiva más íntima del fracaso y las condiciones que deben darse para que ese fracaso fortalezca, redima, y no destruya. Horizontes existenciales y sentimiento básico de potencia del que se desprende el ‘yo puedo’ frente a limitaciones físicas o psíquicas.