El pasado viernes se estrenó la octava entrega de la saga de La Guerra de las Galaxias bajo el título Los últimos Jedi. Se ha dicho que constituye «una ópera espacial con robots, cazarrecompensas y una princesa que viste de blanco», y cuyo autor, reflexionando sobre la obra en su conjunto afirma:
La Guerra de las Galaxias trata de héroes que tienen los ideales que a nosotros nos gustaría tener. Es terrible, pero hay una parte de esa sociedad a la que le gustaría que todo el mundo fuera cínico. Sin embargo, hay otro sector que necesita tener héroes. […] No es que necesitemos un rey, pero hay una razón para que los monarcas construyeran grandes palacios, se sentaran en tronos y se cubrieran de piedras preciosas. Es toda una necesidad social; no hay que oprimir a las masas, pero sí impresionarlas y hacer que se sientan orgullosas de su cultura, de su Gobierno y de sus dirigentes, para que crean que tienen derecho a mandar sobre ellas y lo acepten de buen grado.
La saga conecta, por tanto, con la literatura de superhéroes tan propia de la sociedad norteamericana que, además, toma en serio el valor de la religión en sí, de los referentes que animan al sentido, de los héroes que levantan la esperanza, de las liturgias que ofrecen pertenencia…
Quizás por esa razón, no resulta difícil trabajar pastoralmente tomando los superhéroes del cómic y la novela gráfica, y los héroes bíblicos con esa especie de superación aristocrática del yo, con esa dedicación gratuita a la comunidad; peleando por valores superiores…
Así las formas expresivas de la nueva cultura nos acercarán al mensaje bíblico que nos hace conscientes de que seguimos necesitando un Adviento de la paz, la justicia, la compasión y la solidaridad, y líderes que las hagan posibles.
Esta reflexión de Junkal Guevara al hilo del regreso de la saga de la Guerra de las Galaxias refleja en parte su gran trabajo en la búsqueda de Dios en el arte actual en el libro Biblia y Pop Media. Esta película ofrece momentos inolvidables y ella aprovecha el tirón mediático para interpelar a los jóvenes a través de uno de sus personajes: Darth Vader. Descubre una escena dibujada por el joven artista norteamericano The Prophets de Cédric Chambers donde el personaje icónico del mal lleva entre sus brazos el cuerpo de Jesucristo. Atrás las torres gemelas y una bandera de Estados Unidos enmarcan el cuadro. La expresividad de la imagen no es indiferente y Juankal saca el máximo partido desde su trasfondo. Desde el relato que el artista ofrece conjugando dos personajes mesiánicos. Desde este análisis, la clase de religión se afronta desde el arte rastreando nuevas aportaciones del pop media y su representación de Dios: un cuadro de Andy Warhol, un vídeo de José Mota o el desfile de moda americano donde cada vestido evoca la imagen de Dios. E incluso las palabras de Homes Simpon en el episodio 3 de la temporada 4: Homer afirma haber visto a Dios en sueños, y su hijo mantienen el siguiente diálogo: «¿De verdad viste al pez gordo? ¿Qué pinta tenía? Dentadura perfecta, olía bien; lo que se dice ‘un tipo con clase’».