Concluye el Año Santo de la Misericordia. El 20 de noviembre de 2016, domingo de Cristo Rey, el papa Francisco cierra un año volcado en el anuncio a cada persona del Evangelio de la misericordia. Una oportunidad de redescubrir al otro y centrar la mirada en el corazón para ver de cuánta generosidad es capaz cada uno. Una celebración a la que Grupo de Comunicación Loyola Sal Terrae y Mensajero- ha deseado contribuir. Diversos autores han reflexionan en su naturaleza primera, en los signos que la representan y sus manifestaciones concretas y humanas. Una manera de iluminarla y reflejarla para convertirla en fuente de alegría, de serenidad y de paz. Entre los 13 títulos se han desgranado sus claves teológicas, se ha aterrizado en testimonios concretos y se ha ahondado en el sentido pleno.
El primer libro que abrió esta serie temática fue La misericordia: clave del evangelio y de la vida cristiana, de Walter Kasper para Sal Terrae. Fue publicado cuando Jorge Bergoglio fue proclamado Papa en 2013. A él se lo regaló el propio autor durante el cónclave y su lectura inspiró su primer ángelus ya como papa Francisco. En noviembre de 2015, vio la luz una nueva edición de La misericordia con el prólogo escrito por el propio autor relatando la repercusión de aquella primera edición: «Durante el cónclave, el cardenal Jorge Bergoglio tenía su habitación, en la Casa de Santa Marta, justo enfrente de la mía. Esto me permitió aprovechar un encuentro casual para entregarle uno de dichos ejemplares. Cuando leyó el título, se emocionó visiblemente y dijo con toda espontaneidad: Misericordia, questo è il nome del nostro Dio, «Misericordia, este es el nombre de nuestro Dios»».
Sal Terrae sumó en mayo de 2015 una nueva propuesta en torno a esta temática desde una nueva perspectiva: La familia a la luz de la misericordia (Ed. Gabino Uribarri). En él, los profesores de la Universidad Pontificia Comillas -José Manuel Caamaño, Bert Daelemans SJ, Pablo Guerrero SJ, Diego Molina SJ, Carmen Peña, Javier de la Torre y Fernando Vidal- tratan de articular, en línea con el Sínodo, una nueva mirada a la doctrina familiar y matrimonial con palabras que guardan equilibrio entre corazón y reflexión. Aportaciones que configuran una propuesta con un fondo teológico, doctrinal, pastoral y canónico. Una mirada que no prescinde de la doctrina eclesial sobre el matrimonio y la familia, pero que incorpora de modo decidido la misericordia como factor primordial.
En octubre de 2015, Rino Fisichella, al que el propio papa Francisco encomienda la preparación de esta celebración como presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, escribe detalladamente el sentido de este año jubilar en su nuevo libro de Sal Terrae: Los signos del jubileo: La peregrinación, la ciudad de Pedro y Pablo, la Puerta Santa, la profesión de fe, la caridad, la indulgencia. Desde el redescubrimiento de la solidaridad, el amor y el perdón, invita a los creyentes que empapen su vida cotidiana de cada uno de ellos como camino a la reconciliación.
Antes de estrenarse el Año de la Misericordia, Sal Terrae publicó tres títulos para enmarcar el sentido de toda la celebración: El desafío de la misericordia, de Walter Kasper; una nueva edición de Entrañas de Misericordia (2009) de Anselm Grün, bajo el título Las obras de misericordia: caminos para transformar el mundo y por último, Madre de misericordia de Marie-Paul Farran.
En el primero, de Sal Terrae, El desafío de la misericordia, su autor Walter Kasper reflexiona sobre la misericordia, el prójimo y Dios. La misericordia ha sido y es la esencia del mensaje del papa Francisco y este libro contiene los textos más significativos y se hace eco de las reflexiones que sobre este término ha elaborado el teólogo Walter Kasper.
En el segundo, Las obras de misericordia: caminos para transformar el mundo (Sal Terrae) el monje benedictino celebra el año jubilar que se aproxima y redescubre el valor de las obras de misericordia: El papa Francisco capta perfectamente el núcleo del Evangelio cuando coloca la misericordia en el centro de su predicación. Ojalá que las palabras del papa y las palabras de Jesús en el Evangelio nos introduzcan de nuevo en el misterio de la misericordia, a fin de que también hoy el mundo en que vivimos sea transformado por ella, a fin de que nuestra misericordia restañe las heridas de los hombres y nuestro mundo devenga más humano, más cálido, más misericordioso.
Y el tercero de ellos, Madre de la misericordia, editado bajo el sello de Mensajero, la pintura de la hermana Marie-Paul Farran, de estilo bizantino con antiguos modelos y colores, es acompañada de oraciones marianas y comentarios de insignes filósofos. Iconos y oraciones guardan equilibrio para la plegaria diaria.
Ya en pleno jubileo, arranca el año 2016 con dos propuestas relacionadas con la misericordia. El jesuita José María Fernández Martos Misericordia acogida, misericordia entregada en la casa común, de Sal Terrae, explica que escribir sobre la misericordia de Dios cuando miles de personas sufren guerras, hambre, naufragios y éxodos inciertos, desencadena un duro combate. Y desde ahí explica que la fe cristiana y la palabra de Dios reconfortan y consuelan. Pero dramas tan sangrantes conmocionan e interrogan: ¿Cómo es tanta su misericordia y tan desoladora nuestra miseria?, se pregunta. La segunda publicación de este mes de enero es de Juan María Uriarte: Claves de la conversión cristiana. Misericordia, esperanza, fidelidad. Defiende que ser cristiano equivale a vivir en permanente estado de conversión. Vale por ello la pena resaltar las dimensiones principales de esta actitud esencial de la existencia cristiana personal y comunitaria.
En el mes de marzo el obispo de Santander Manuel Sánchez Monge publica Este es el tiempo de la misericordia. Recupera hechos y dichos de Jesús de Nazaret reflejo vivo de su misericordia. Un despliegue de parábolas de Mateo y Lucas que hablan por sí solas del amor. Los mensajes transmitidos a través de El hijo pródigo, El buen samaritano, El dueño de la viña o la parábola del fariseo van parejos a su modo de obrar. También este mes Sal Terrae publica El evangelio de la misericordia, George Augustin. Ser misericordiosos como el Padre es la vocación y misión de los cristianos. Para poder vivir esta vocación y realizar esta misión, somos llamados a redescubrir la profundidad del evangelio de la misericordia. El tema de la misericordia se halla íntimamente relacionado con la imagen de Dios; de ahí que ocupe el centro de la fe cristiana.
La visión de la misericordia se desarrolla desde la perspectiva del cuidado de los enfermos poniendo el corazón en las manos y humanizando la atención. El libro de José Carlos Bermejo Más corazón en las manos. Misericordia y humanización se explaya en la expresión del fundador de la orden de los camilos, Camilo de Lelis (1550-1614), ante su deseo de que sus religiosos sirvieran como madres en el cuidado de los enfermos y se sirve del verbo misericordear como ejercicios de humanización por encima de la técnica.
En mayo, Sal Terrae edita dos nuevos títulos. Rico en misericordia, de Elizabeth A. Johnson. Son 24 trabajos de la teóloga norteamericana y entre ellos hay textos de conferencias, artículos de revistas científicas y populares, y discursos ocasionales pronunciados en circunstancias muy diversas. Y Misericordia, caridad y justicia social, de José Ignacio Calleja. Una invitación a repensar la dimensión social de la fe y la misericordia para ir, en cristiano, un paso más allá de los lugares comunes. La doctrina social de la Iglesia quedaría siempre incompleta si la misericordia no es una opción por los pobres y vulnerables.