«El número gratuito 900 20 20 10 de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) del que se hace eco el libro de Mensajero Un niño como yo de Luísa Lobão Moniz, lleva 46 años abierto a los niños y niñas de España, Colombia, México, Perú y Chile. El año pasado recibió 357.775 llamadas de menores que viven el infierno de la violencia fuera y dentro de sus casas, en el colegio o en los espacios donde se desenvuelven. Esta línea es una herramienta vital para que los menores encaucen sus problemas con máxima confidencialidad. La fundación además atiende otras dos líneas: Adulto y la Familia 600505152 y Niños Desaparecidos 116000. Entre las tres y el correo electrónico de ANAR recibieron 369.969 llamadas.
Acaban de presentar el balance de todo el trabajo 2015 con las circunstancias que provocan cada una de las llamadas. Explicaron que atendieron 8.569 nuevos casos de menores de edad y que tuvieron que realizar 727 intervenciones urgentes en 2015, casi dos intervenciones diarias, para poner a salvo a algún menor de edad en situación de riego. También se refirieron a los 573 casos atendidos por acoso escolar, frente a los 328 de 2014, lo que supone un incremento del 75%. Además, trataron un total de 1.741 casos de violencia de género en 2015, 318 de ellos fueron de menores adolescentes. El informe es pormenorizado y hace referencia a la dureza de muchas realidades.
El Grupo de Comunicación Loyola a través de su sello Mensajero, apostó por difundir esta línea telefónica gratuita a través de un cuento. Un niño como yo, de Luísa Lobão Moniz, acerca a los niños víctimas de malos tratos este teléfono de ayuda. El relato refleja en el comportamiento de Pablo, un niño de 10 de años, de qué manera afectan los abusos que sufre y la solución proporcionada por su maestra: el teléfono gratuito de contacto, 900 20 20 10, de escucha y de ayuda que guarda la confidencialidad. Una herramienta escolar para que los propios educadores proporcionen a su alumnado ayuda y apoyo.»
«Escuelas Católicas acaba de publicar la reflexión de uno de los autores del Grupo de Comunicación Loyola, Fernando Vidal, a la luz de la exhortación del Papa, La alegría del amor. Un análisis que ahonda en las interpelaciones que reciben los centros educativos religiosos del reciente mensaje de Francisco en relación a la familia y a la educación de los menores en este entorno. Los centros católicos son tan diversos como lo es la propia sociedad española», reconoce el autor basándose en el estudio Demandas educativas de los padres en España. Elaborado por la Universidad Pontificia Comillas y el Instituto Universitario de la Familia, el informe constata esa pluralidad: En España hay un 24,3% de padres con hijos menores de 18 años que conviven en pareja de hecho, y en los colegios católicos ese porcentaje es del 18,3%. Por otro lado, hay un 7,5% de padres en España que viven en hogares monoparentales: en los colegios católicos están en esa situación el 5,5% de los padres».
Por ello, el análisis incide en que ningún padre, en sus diversas situaciones familiares, debe sentirse ajeno ni extraño en nuestras comunidades educativas cristianas. Como el papa Francisco, valoramos lo que de amor hay en cada forma familiar, queremos seguir apoyando las situaciones difíciles, así como cuidar el progreso de todas las familias».
Amoris Laetitia interpela al autor en la necesidad de desarrollar nuevos caminos pastorales, desde la espiritualidad del cuidado, del consuelo y del estímulo». El interesante artículo se puede leer aquí. «