Todos sabemos, y cualquier libro de texto nos lo confirmaría, que la Inquisición fue uno de los capítulos más espantosos y sangrientos de la historia occidental; que el papa Pío XII fue un antisemita; que la época medieval fue en realidad una «Edad Oscura» y que las Cruzadas fueron un ejemplo temprano del ansia de riquezas y poder insaciable de los papas, reyes y grandes señores de la Edad Media. ¡Ah!, ¿pero qué sucedería si estas opiniones que tanto nos han influido durante siglos estuvieran equivocadas?
La verdad es que nos encanta opinar. Y cuando lo hacemos a partir de los comportamientos y los hechos que escuchamos, leemos o nos imaginamos sin tener en cuenta la información veraz y contrastada, hacemos algo en lo que no solemos caer: faltamos a la verdad. Sí, juzgamos, denunciamos, criticamos y sobre todo nos escandalizamos a la ligera. Unas veces de forma involuntaria. Otras, con una clara intención: la de engañar o manipular a otros creando una ‘falsa verdad’.
Y así se producen las grandes mentiras, engaños, falsificaciones y enredos. La forma en la que se nos ha contado la Historia de la Iglesia Católica a veces también ha faltado a la verdad. A lo largo de los siglos muchísima gente de todo tipo ha opinado sobre la Iglesia, ofreciendo una imagen muy negativa y sin embargo nada contrastada de ella. Y en esa leyenda negra había de todo: mucha imaginación, pero también grandes dotes de manipulación política e ideológica.
¿Te apetece descubrir la verdad que se esconde tras los influyentes mitos anticatólicos? Pues lo único que tienes que hacer es abrir Falso testimonio. Un libro del historiador y sociólogo protestante, Rodney Stark que te enganchará, y que cuenta con un prólogo del gran historiador Fernando García de Cortázar.