Más que música rock, Francesco Lorenzi y su grupo The Sun actuarán en la jornada de la JMJ y ofrecerán un auténtico testimonio espiritual. Ellos son protagonistas del libro de la editorial Mensajero El camino del sol, la autobiografía de una historia de conversión y de la experiencia vital de Lorenzi que atravesó por un atormentado itinerario interior del que se desprenden interesantes enseñanzas. Su presencia en Cracovia, en el escenario principal justamente antes de que el Papa Francisco celebre la eucaristía con todos los jóvenes el último día (26 -31 de julio), saca a la luz una música transmisora de emociones espirituales en respuesta de preguntas últimas de sentido. Los sonidos también vehementes del rock y los recorridos existenciales sufridos a lo largo de senderos tenebrosos, se transforman justamente en el «camino del Sol».
Esta banda italiana nació en 1997 bajo el nombre de Sun Eats Hours y en sus primeros diez años cosechó grandes éxitos musicales y los peores fracasos personales. Hasta 2007 sus piezas recibían las mejores críticas de las revistas especializadas mientras ellos se entregaban a borracheras fastidiosas, promiscuidades y ambigüedades sexuales, habitaciones de hotel destrozadas, camerinos pintarrajeados, relaciones falseadas, drogas, mentiras entre sus componentes, peleas, traiciones, humillaciones silenciadas por interés personal . Todo cambió. Lorenzi, con 25 años de edad, se enfrentó al vacío que se había formado en todos los ámbitos de su existencia. Sus certezas se caían a pedazos. «Comencé a volver con la mente, y luego con el corazón, a las grandes preguntas de la vida, aquellas que hoy defino como las preguntas justas», comenta en el libro: «¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Adónde iré? ¿Qué quiero de mí? ¿He amado lo suficiente? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Soy capaz todavía de soñar? ¿Qué sentido quiero darle a mi existencia? ¿Qué me hace plenamente libre, alegre y agradecido?». De todas ellas la búsqueda de la respuesta de una principal, «¿por qué, aun teniendo la vida que siempre he soñado y que gran parte de mis coetáneos querrían vivir, no soy feliz?», le sumió en ese profundo cambio.
Hoy su música rock posee un gran poder evocador y provocador. De su testimonio personal, tras superar el atormentado itinerario de búsqueda, florecen emociones vivas que han desmoronado los prejuicios de muchos cardenales, obispos, estudiosos…, y han cautivado el corazón de muchos jóvenes, creyentes y no creyentes.