Las cartas conservadas de Ignacio de Loyola con mujeres de su tiempo son hoy documentos reveladores del aspecto más humano y más auténtico de san Ignacio, frente a las eternas falsas ideas de su personalidad, y de la dirección espiritual femenina en el siglo XVI. Y a la vez, es correspondencia que atestigua la ayuda que le prestaron en su día estas mujeres contribuyendo a la consolidación y desarrollo de la primera Compañía de Jesús. Hugo Rahner SJ las reunió todas y publicó en 1956 Ignatius von Loyola. Briefwechsel mit Frauen. Su edición alemana fue traducida al inglés (1959), al francés (1963) y al italiano (1968). También hubo una traducción castellana aunque se extravió en la travesía Argentina-Barcelona donde iba a ser impresa. Así que 70 años después, la colección Manresa publica la edición en castellano ampliada que permite un análisis actual, conectado con ambos protagonistas epistolares: un Ignacio de Loyola “completo, auténtico, genuino” y 40 mujeres del S. XVI asumiendo un rol en la Europa moderna.
«[Ignacio de Loyola es] un santo, que justamente en los ámbitos del corazón, de la amistad, de los vínculos y las relaciones terrenales, manifiesta la pureza ya celestial de su íntegro amor a Dios. Únicamente por ello hemos tratado de buscar en su intercambio epistolar con mujeres al Ignacio completo, auténtico, genuino».
Cartas de Ignacio de Loyola con mujeres de su tiempo contiene toda la correspondencia conservada entre el fundador de la orden y mujeres de la época: 139 epístolas, 89 firmadas por él y 50 escritas por ellas. Un epistolario marcado por modos de expresión de respeto y saber estar, consciente de la perdurabilidad de la palabra escrita. Y a la vez, rico en la diversidad de mensajes y de situaciones que enmarcan las misivas y que iluminan el contexto del Siglo XVI desde la intrahistoria: el interior de las cortes europeas y los conflictos sociales; las tensiones político-eclesiásticas del momento; la intimidad de algunas familias amigas de Ignacio; el corazón de conventos y monasterios que los jesuitas conocían y visitaban; y la intrahistoria de la Compañía de Jesús. Sus reflexiones espirituales, su análisis de la vocación jesuita, sus consejos dedicados al discernimiento y sus cartas de amistad, constituyen una verdadera biografía de san Ignacio, su itinerario vital desde el año 1524 hasta el año de su muerte, 1556. Y a la vez, reflejan aquellos temas y conflictos que no formaban parte de la vida «oficial» del ge neral de la Compañía y, por tanto, no llegaron a incorporarse a las biografías suyas.
El libro organiza las cartas por capas sociales aunque todas ellas son mujeres letradas y formadas mostrando un perfil de mujer del S XVI menos ordinario. La primera parte recoge cartas con seis mujeres pertenecientes a casas reales como son las reinas María de Hungría y Catalina de Portugal, o la princesa Juana de España. La segunda reúne las cartas con damas de la nobleza como eran las mujeres de la casa Loyola entre ellas Magdalena de Loyola y Araoz o de otras casas como la marquesa de Denia, Catalina de Zúñiga. La tercera analiza la correspondencia con nueve bienhechoras como fueron Inés Pascual o doña María en París. Sus cartas con 11 hijas espirituales como Isabel Roser o Isabel de Josa, con madres de compañeros jesuitas y con mujeres amigas Catalina de Córdoba, marquesa de Priego y madre de Antonio de Córdoba; y amigas como Leonor Mascarenhas.
“Las más antiguas cartas del «peregrino» se dirigen a la humilde señora Inés Pascual, su maternal bienhechora en la decisiva época de Manresa; su última carta es la radiante despedida de una de sus más fieles devotas, doña Leonor Mascarenhas, la aristocrática aya del rey Felipe II de España y del desgraciado don Carlos. Entre ambas oscila, en abrupta ascensión, la curva de su vida y de su obra. Desde la cueva de Manresa hasta la pobre cámara de Roma, donde Ignacio gobierna un mundo; desde la noble casa solariega de Loyola hasta las cortes de los príncipes de su tiempo; desde Lisboa hasta Flandes; desde la hija del emperador hasta la señora burguesa; desde la escondida necesidad espiritual de una monja hasta el gran proyecto de reforma de la Iglesia: todo lo abarca este espíritu grandioso. Y todo cobra vida, color, se vuelve tangible y cotidiano en estas cartas a mujeres de su tiempo”.
ILUSTRACIONES
Cartas de Ignacio de Loyola con mujeres de su tiempo contiene 25 imágenes. La primera edición alemana tenía insertas 16 láminas: siete retratos de mujeres, ocho textos manuscritos de algunas de sus cartas reproducidos a partir de fotografías cedidas por el Archivo Romano de la Compañía de Jesús y un cuadro de escena familiar, «Ignacio enfermo atendido por las mujeres de Manresa». Manresa conserva esas ilustraciones y sustituye las fotografías de los retratos originales por reproducciones artísticas a lápiz realizadas por Isabel Alonso Valdés, añadiendo otros tres: el retrato de Hugo Rahner, el de san Ignacio de Loyola, el de Isabel de Braganza y una recreación de la desconocida Isabel Roser.
Hugo Rahner
Pfullendorm, 1900 – Münich, 1968. De formación filosófica y teológica, se doctoró en 1931 y obtuvo la cátedra de Historia de la Iglesia y Patrología. Destacó como célebre patrólogo y como teólogo publicó más de cien artículos. Fue un gran conocedor de la persona de Ignacio de Loyola y riguroso ilustrador de la primera Compañía de Jesús. Además de su colección de artículos ignacianos, publicó la correspondencia de Ignacio de Loyola con las mujeres de su tiempo. Su hermano Karl afirmó de él: «…consejero espiritual muy solicitado y famoso orador. Personalidad brillante, atraía por su bondad y buen humor».