Ante las nuevas trincheras intelectuales que parece enfrentar hoy de nuevo a los partidos políticos y con ellos, a los españoles, el escritor Pedro Miguel Lamet trata de poner un gramo de serenidad y reconciliación con la nueva novela histórica Las trincheras de Dios. Esta novela hace una lectura alternativa de la Guerra Civil española sumergiéndose en la mirada de quienes pretendieron evitar la contienda por medio de la reconciliación entre las dos Españas. Una historia con un valor único al profundizar en la influencia del factor religioso en la guerra desde el contexto de una España actual, dividida hoy por la polémica de la memoria histórica.
La historiadora Milagros Aguilar es la protagonista. Una mujer en el siglo XXI investigando la verdad de la Guerra Civil española durante la redacción de sus tesis doctoral El factor religioso en la Guerra Civil. Sus estudios le van ayudando a clarificar algunas ideas mientras descubría la figura del religioso Fernando de Huidobro (1906-1937), un jesuita filósofo, alumno predilecto de Martin Heidegger, que regresa a España para ofrecerse a servir en cualquiera de ambos bandos. Entregado heroicamente a auxiliar a las víctimas, sean rojas o azules, decide, desde su experiencia como capellán de la Legión, denunciar al alto mando por el modo de ejecutar los fusilamientos de jóvenes milicianos, hasta que muere víctima de un obús procedente del fuego amigo. A Milagros Aguilar, como al propio autor, esta investigación le conduce a pensar que la guerra de España fue la mayor equivocación de la historia.
«Todos tenían sus razones, pero al mismo tiempo, todos tuvieron su parte alícuota de culpa; menos el pueblo llano, claro, que fue la mayor víctima, el que sufrió en su carne las consecuencias de una guerra tan larga», argumenta Pedro Miguel Lamet, «la mayor persecución religiosa en la Europa del siglo».
La historia de Mila, nacida en una familia sevillana conservadora y marcada por la pérdida de seres queridos asesinados durante la contienda, refleja a la vez los conflictos ideológicos a los que se enfrentan los españoles. Tras estudiar la carrera de Historia, conoce a Jordi Casanova, socialista catalán, que llegará a convertirse en juez de la Audiencia Nacional. Su matrimonio, con dos hijos, sufre una crisis profunda por sus diferencias ideológicas. Él, implicado en la Memoria Histórica; ella, en la redacción de una tesis doctoral sobre El factor religioso en la Guerra Civil.
Con su personal estilo literario, Lamet ofrece una síntesis del sangriento conflicto con aportación de datos, humanidad y el análisis de una nueva perspectiva encarnada por quienes ya entonces lucharon por la paz, la justicia y la reconciliación entre españoles. A través de la novela, quiere demostrar que en medio de aquella atroz guerra había una tercera España compuesta de personas que pretendían con todas sus fuerzas evitar la sangría del país y luchar por la reconciliación y la paz. Y entre ellas, el padre jesuita Huidobro, que entregó su vida intentando conversar con la otra parte y comprender sus razones. «Esa voz es la única que también ahora debería ser escuchada e imitada», corrobora.
«Creo que yo mismo he aprendido mucho al escribir esta novela sobre esos terribles años que nos han configurado y aún siguen afectándonos», reconoce.