Infinitos motivos para celebrar este Día de los Abuelos, 26 de julio, instaurado por la festividad de San Joaquín y santa Ana, los padres de María y abuelos de Jesús de Nazaret: sus gestos de bondad, sus heridas cicatrizadas, su amor desinteresado, sus lecciones a cada paso, sus sonrisas después de la contrariedad, su tiempo generoso y sus sueños para sus descendientes Cada abuelo y cada abuela es un mundo por explorar cuyas arrugas dibujan el mapa de la vida y cuya memoria señala las coordenadas para dirigir la propia historia. Un pasado de lucha, de trabajo, de amor, de muerte y de esperanza contiene la sabiduría para afrontar el futuro. Para el papa Francisco compartirla es ganar la oportunidad de conocer su secreto, las razones que les permitieron mantenerse a flote en la aventura de la vida y mantuvieron el rumbo y de este modo, avivar la esperanza.
Entre esas historias, el Grupo de Comunicación Loyola ha recogido 84 testimonios de hombres y mujeres mayores de todo el mundo cuatro son españoles- que rebosan humanidad. La sabiduría de los años es el libro cuyos protagonistas revelan el mejor legado que pueden dejar a sus nietos: aquella valiosa experiencia de la que aprendieron para el resto de sus vidas. Cada página es una invitación de los mayores a los mayores a continuar compartiendo sus sueños y a los jóvenes, a escuchar atentos. No conformarse con una tranquila de existencia de escritorio. Es un libro coral y lo mismo es el director de cine Martin Scorsese, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2018, quien desvela su escondido recuerdo, como lo hace el Padre Ángel, Fundador de Mensajero de la Paz, para hablar del amor que lo cambió todo; el futbolista Chus Landáburu, para describir la superación de un fracaso; el jubilado psiquiatra Miguel Boronat para hablar de la muerte serena de su padre o la ama de casa como María Dolores de Guevara, para rememorar la enseñanza de sus padres ante los tiempos difíciles de la posguerra.
Todos son protagonistas por sus recuerdos de amor, sus pérdidas, por su ejemplo de supervivencia, de esperanza, de paz, por situaciones trágicas inimaginables que atravesaron y también por experiencias de fe que honran la memoria y los sacrificios del pasado. Desde aquí un gracias enorme por compartir este y todos los días del año la riqueza de una gran historia.